Masturbate

Mastúrbate,
mojate cada pezón de tu saliva
y baja tu cabeza hacie ellos
con tu lengua los saboreas dulces,
roza suavemente cada punta enhiesta
y ahora deslizate hacia el ombligo,
sueña o disfruta
con tu mente sin olvidarte de tus pezones,
la saliva, tu dedo dibujando circulos
hazlo sobre el sofa, o en la cama, ríe
y te abandonas: mastúrbate, pellizcate,
mima el clítoris como algo muy frágil,
escucha el murmullo de la calle
con la ventana cerrada, resbala en tu jugo
apartada del mundo
y mastúrbate, haz que tus piernas
se abran y cierren, sin prisa
que tu garganta exhale un gemido quedo,
grita fuerte, estas sola, y en el rincon que pide
ser penetrado, sentirse lleno, con tacto,
sueltate con lentitud
si quieres, hazlo para ti, casi en silencio
pero gime, jadea, grita, goza
y entregate a ese goce
con tu pelo suelto en el respaldo
en la almohada, tus ojos cerrados,
mastúrbate,
hasta que todo tu cuerpo tiemble
apretando tus piernas que atrapan tu mano
aunque te salten las ágrimas y llegue
ese momento ansiado, que deseas
y tu mano se dirija ansiosa, casi desesperada,
dilátada al máximo
lubricando tu vagina, que llama a gritos
a tus dedos, tu mano, o al vibrador,
abrete, acercalos, penetrate
y siente como te llena, mojandote, mojandolo,
lexcitada, ausente de todo, menos de ti,
y cierra tus ojos, tu boca
tan adentro, sientelo..

(Mi adaptación de un poema con el mismo nombre de la poetisa Irene Gruss)